jueves, 3 de junio de 2010

LOS MASAJES

Hoy he tenido una sesión de masaje. Bueno más bien me he tumbado en la camilla de la tortura. Cuando alguien te va a dar un masaje crees que será una experiencia placentera...¡una mierda!.

Uno agradece cuando algún amigo o amiga te da un masaje, es relajante, tranquilo, no duele. Pero para ser masajista no puedes ser buena persona, tienes que haber estudiado en la Universidad Nazi del masaje. Es la única vez que prefieres que un tipo de dos metros te agarre por el cuello en una trifulca de Sábado noche, antes que te agarre un masajista.

Y todo parece muy tranquilo cuando entras: música relajante, olor aromático, unos cuantos diplomas en la pared...

Tu espalda que tiene mas nudos que los pelos de Bisbal, no aguanta y protesta emitiendo un dolor insoportable.

En fin, que los masajes nos dan más aje jeje...(perdón)

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